Me voy
dando cuenta que me voy haciendo mayor.
No, no es que me haya levantado hoy
y mirándome al espejo me haya visto alguna arruga más...Esto, lo voy
notando desde hace unos meses.
El
próximo año cumpliré los 40, cifra redonda sin duda....pero a lo que estamos,
noto que me siento menos joven, y eso que para mis hijos, soy la mamá más
joven, más guapa, más alta, más rubia... y la mejor mamá del mundo....¡Menos
mal!
Os pongo sólo unos ejemplos, ahora
cada vez que me compro crema hidratante sea para la cara o para el cuerpo la
dependienta incluye algún " combatiente" más,
antiarrugas, ácido hialurónico, borrador de arrugas, rellenador de
arrugas, Pro-Xylane, péptidos, elastina, colágeno, radicales
libres, plancton, caviar, polvo de perlas, oro o diamantes, proteínas de
seda....y mejor no seguir porque hay hasta baba de caracol o veneno de
serpiente ( reconozco que con esos ingredientes me dan cierto repelús, seguro
que son cremas estupendas pero no me llaman mucho) pero creo que los milagros a
Lourdes.
Ahora
me viene a la cabeza una conversación con mis amigas hace unos días sobre
retoques con botox, vitaminas, cavitación, masajes reductores.... parecía
que estábamos hablando del catálogo de Corporación Dermostética.
Esto
no es todo, ahora muchas prendas son "Push up", pantalones, leggins,
sujetadores….y por supuesto también la dependienta (que suele ser muy
jovencita) también te lo recomienda para que te suba todo...hasta el ánimo te
dice...claro que si haces la lectura inversa, en el fondo te esta diciendo
"lo tienes ya todo caído, guapa"....y yo que estoy leyendo
su mente pienso, ¿Caído? ¡Lo que he tenido y tengo son tres hijos!
Aunque creo
que el detonante de esta reflexión sobre la edad fue ayer cuando mi
hijo mayor me preguntaba por un libro que no encontraba y yo
le insistía que estaba en su cuarto donde los libros, como suele suceder
en estos casos los niños casi siempre responden que no lo encuentran... y
reconozco que me salió del alma mi respuesta " Como vaya yo y lo
encuentre..." En ese momento, estaba oyendo la voz de mi madre.Sonreí
y me dí cuenta que los hijos casi nunca encontramos nada de lo que buscamos...y
las madres lo encontramos todo... Y ahora, yo estoy en el otro lado...