martes, 26 de noviembre de 2013

La vida social cuando eres madre


Si os cuento que al descubrir unas fundas protectoras de tacones para fiestas-bodas en un jardín,  o tiras antideslizantes para sandalias, (que os aseguro que ni sabía que existían)... Podemos llegar a dos conclusiones, que hacía mucho tiempo que no iba al zapatero, o que hace mucho que no salgo.
Que te des cuenta que tienes menos vida social que la primera rebanada del pan de molde ,cuando llevas a arreglar unos zapatos al zapatero, puede parecer poco creíble.
Os recomiendo que os pongáis a pensar, y os preguntéis cuando habéis tenido vuestra última boda o vuestra última fiesta. En mi caso la respuesta es cuatro años y casi tres respectivamente.
Cuando tienes hijos pequeños, la vida social da un giro de 180 grados. Si antes controlabas los mejores pubs, bares o restaurantes de la ciudad y eras la que siempre hacías la reserva cuando quedabas con otras parejas o con amigos..,  ahora tienes que preguntar a sobrinos, hermanos...
Eso sí, ahora conoces los mejores parques de la ciudad, y controlas los mejores sitios donde celebrar cumpleaños infantiles, y tienes casi un master de los lugares donde poder ir con niños para hacer actividades, talleres...
Y no escribo esto desde la melancolía o que eche de menos salir por las noches, ya que creo que todo tiene su momento, que no me veo yo saliendo todos los sábados por las noches como hace unos añitos...( Que seguro que hay mucha gente que lo sigue haciendo y me parece estupendo, que cada uno con su tiempo libre hace lo que quiere)
Si muchas veces, mejor dicho, la mayoría, no es salir...que como decía mi abuela, quien tuvo retuvo, lo peor es al día siguiente, que entre que te acuestas más tarde y te tomas una o dos copichuelas..y que no nos engañemos, ya no estamos acostumbrados... La jornada se hace muy muy dura y muy muy larga, y es imposible seguir el ritmo de los peques de la casa.
Otra opción es dejar al niño o a las niños en casa de abuelos, hermanos o cuñados generosos.... esta opción es más complicada de llevar a cabo proporcionalmente al número de hijos que tienes, dejar uno es más fácil que dejar a tres, además también puede que "engañes" a un cuñado un día, pero dos....
La verdad es que esta opción te librará de madrugar y aunque estés para el arrastre, ésta sin duda es mejor opción que la anterior..
Tengo unos amigos que en una ocasión estaban invitados a una superfiesta, consiguieron dejar a los niños a unos familiares, al final, en el último momento optaron por quedarse en casa para poder dormir una noche del tirón y recordar lo que era dormir unas cuantas horas seguidas...esto igual es un poco desesperado, pero seguro que en ese momento es lo que necesitaban.
Otras veces cambiamos hábitos, mis amigas y yo antes hacíamos la cena de Navidad, y ya desde hace unos años, hacemos comida, no renunciamos a nuestra reunión, pero lo hacemos de otra manera...y os aseguro que nos lo seguimos pasando igual de bien, y que prácticamente el centro de toda conversación son nuestros hijos.
Y es que al final nuestras vidas se van adaptando, muchas veces con renuncias por nuestra parte, muchas madres abandonan su vida laboral o a un ascenso, otras dejan para más adelante sus hobbies, pero al final todas estamos de acuerdo,  pese a los sacrificios y las renuncias,  nos derretimos y no cambiamos por nada una sonrisa, un beso, un abrazo o un Te Quiero de nuestros hijos.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Mi vida social se resume a una que otra reunión con amigas, en casa y niños de por medio. Y las únicas fiestas a las que he ido últimamente es a cumpleaños de niños pequeños... Pero ¡que importa! Así estoy más que bien, además, no creo estar para salir toda la noche ya.

    Vanesa
    Una Bruja y sus dos Sapitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son etapas!! Yo tampoco estoy para salir toda la noche....una de las cosas que más me gustan, es los sábados quedarme dormida viendo la tele.....Un beso guapa y gracias por el comentario.

      Eliminar
  2. Claro que la vida cambia pues uno tambien antes de estar embarazada abria y cerraba bares y no lo niego me diverti como loca peor poco a poco tambien tus gustos cambian aún embarazada llegamos a ir a reuniones en bares (antes me quejaba pero después agradeci que ya no se deje fumar dentro de ellos) aunque claro sin excedernos en la desvelada, ya no vamos de bar desde hace mucho pero las reuniones se han mudado al departamento, mas tranquilas si pero no por eso menos amenas, la cosa es buscarle y estar feliz con cada descición
    Saludos
    Rosa C

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, todo tiene sus estapas y hay que saber disfrutar en cada momento. Gracias por tu comentario.

      Eliminar